En
un campo de plata, una cabria de sinople, cargada de cinco
bohíos de oro y acompañada de tres ramas floridas del árbol
de Maricao, al natural. Rodeando el Escudo, dos ramas
de cafeto frutadas, al natural, y por timbre, una corona
mural de oro de tres torres, mazonada de sable y aclarada de
sinople. Los poblados de nuestro indios están
representados por sus características, los bohíos que hace
poco años constituyeron también la habitación de los
campesinos puertorriqueños. Los ornamentos exteriores
del escudo no son específicos ni exclusivos de Maricao.
Las ramas del cafeto aluden a la zona cafetalera del país en
el que se asienta el pueblo. La corona mural es
distintivo heráldico de las ciudades, villas y pueblos, y se
usa como timbre de los blasones municipales, para distinguir
a éstos de los escudos reales señoriales, episcopales y
familiares. |